jueves, 22 de mayo de 2014

Entrevista: Alberto Garzón

Alberto Garzón (economista y político): "Hay que seguir reclamando un proceso constituyente que nos lleve a una república"

Ayer tuve la oportunidad de charlar en Jerez de la Frontera con Alberto Garzón, interesante político y economista malagueño que aboga por reclamar un proceso constituyente que refleje las necesidades de los ciudadanos de hoy. Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, os recomiendo leer las respuestas que amablemente me concedió.
  
¿Qué le dirías a un joven de 20 años que ante la situación actual siente ganas de comprometerse pero no sabe qué hacer?

Bueno, que hay que comprometerse y organizarse, y eso cada uno lo hace en función de sus principios y de ahí el lugar donde hacerlo, pero está claro que organizarse es la clave para poder hacer las cosas colectivamente. Que haya que hacerlo políticamente yo creo que es una razón de peso; dónde lo haga es una cuestión ya personal, pero yo creo que hay que hacerlo así porque si no quienes toman las decisiones son una minoría y lo hacen por el total de la población, y normalmente es en su contra.

En tus artículos hablas de la necesidad de devolver el poder a los ciudadanos en base a la eliminación de la exagerada acumulación de poder de los partidos. A eso lo llamas mandato imperativo. ¿Podrías explicarnos brevemente esta idea?

Se trata de lograr no tanto un mandato representativo sino otro mucho más real, más cercano al imperativo. Este supondría que cuando un ciudadano elija a un político éste debería hacer continuamente lo que le diga el ciudadano. Como eso en nuestras sociedades, que son muy grandes, es muy difícil lo que tenemos que hacer es no quedarnos sólo en votar cada cuatro años permitiendo que el político se separe absolutamente de nosotros y pueda incluso hacer lo contrario a lo que dijo en el programa electoral, sino que haya una rendición de cuentas continuamente, que haya un revocatorio, que se le pueda echar durante los cuatro años cuando haya incumplido alguna de las tareas para las que fue encomendado y que no ha sabido llevar a cabo ni siquiera a los cuatro años sino ya desde el primer año.

¿Crees realmente que en España vamos a salir del bipartidismo? ¿qué tiene que ocurrir y qué propone Izquierda Unida?

Yo creo que estamos en una fase ya de caída del bipartidismo muy clara, PP y PSOE pierden apoyo, lo que ocurre es que ese apoyo va nutriendo fundamentalmente la abstención y no a otros partidos. Creo que tenemos mucho trabajo que hacer en otros partidos para que suba el interés de la gente que ya está desesperada y que los que quieran voten a IU, que está al alza pero no recogiendo la totalidad de los votos. Creo que es un proceso lento pero extremadamente necesario.

A quienes nacimos en 1988-89, por ejemplo, más de diez años después de que se redactara la constitución, nos gustaría poder opinar sobre un texto que afecta directamente a nuestras vidas pero que no elegimos. ¿Qué tenemos que hacer?

Yo creo que hay que seguir reclamando un proceso constituyente que nos lleve a una república que es nuestro objetivo, una  constitución que hable de nueva política y no de una una política que correspondía a finales de los 70, principios de los 80 y que no ha sido naturalmente votada por la mayoría de la población actualmente viva, lo que representa la idea de Thomas Jeffeson, que decía que cada generación tenía que tener su constitución. Yo creo que hay que hacerlo además porque el momento lo requiere y porque nos permite pasar de una democracia muy suave, muy de mínimos, a una democracia más plena; por tanto hay que reivindicarla y demostrar que nosotros queremos otra nueva forma de hacer política que no es la forma de hacer política antigua que se basaba y se basa desgraciadamente en la corrupción, las redes clientelares, el enchufismo.

Por último, ¿qué crees que deberíamos aprender y conocer antes de comenzar un proceso constituyente?

Hay que tener cultura política, hay que preocuparse, hay que formarse; hay que aprender todo lo que se pueda. Pero aprender de política no significa aprenderla sólo como historia, sino que hay que experimentarla tomando decisiones colectivas. No podemos entender la política como dejarle a otros que decidan por ti. Hay que implicarse. Si no nos implicamos no vamos a poder tomar decisiones correctas. Entonces, tenemos que saber cuáles son las consecuencias de privatizar un hospital; tenemos que saber qué significa subir impuestos; tenemos que saber cuestiones básicas y eso es una parte educativa muy importante, porque si no nunca vamos a poder hacer un proceso constituyente serio.


















domingo, 18 de mayo de 2014

Reflexiones: Mama ingenuidad

Nacemos ingenuos. La vida nos va robando esa inocencia, pero somos libres de retomarla. La cara, el rol del ingenuo es un papel más que podemos interpretar si se vuelve necesario. De entre todos los humanos hay algunos a los que éste les va mejor, aunque cualquiera puede hacerlo -el teatro no pone límites a nadie, su lienzo es nuestra mente-.

La ingenuidad es un complejo papel que, con frecuencia, interpretan nuestras madres. Una de mis hermanas siempre me dice: "mama es actriz. Hemos salido a ella Carlos". Es cierto, mi madre es capaz de crear el ambiente que se requiere a través de sus palabras y actos. Así consigue la paz, la alegría, la conciliación, y, alguna vez, también el desaire -pero nunca con mala intención, es que somos muchos los que la visitamos y tiene que mantener el orden-.

Ella sabe mucho de la vida y también sabe leer entre labios y entre líneas, como toda madre experimentada. Sin embargo suele optar por mostrarse ingenua. La ingenuidad de los pinos y las amapolas, del campo de cebada verde que alegre crece sin saber dónde irá a parar... Esa es su ingenuidad. Así, la gente se divierte con ella y ella con la gente, haciéndonos sentir a todos comprendidos y arropados en ella, pues todos precisamos de un confesor que no nos juzgue...y ella lo logra a la perfección. Sin embargo no debemos ignorar que ese rol lo elige ella, por lo que es indudable que sabe más de lo que cuenta y lo guarda. ¿Por qué? supongo que para hacer de la vida algo agradable a los que la rodeamos y a los que se acercan a su camino. Es un papel que sencillamente borda. En este mes de las madres yo quiero darle las gracias a mama  por enseñarme la dicha que guarda la ingenuidad, la ingenuidad que guarda la dicha.

Me gustan los padres y las madres que enseñan a sus hijos a interpretar este papel sin temer nada, pues podemos levantarnos tras cualquier obstáculo como si nada hubiese pasado, para volver a jugar en la arena, aunque sea en cuclillas esta vez para no ensuciarnos. A mama ingenuidad, a las madres, gracias.